La Epopeya Continúa

Por: Oscar Toledo Esteva.       Marzo de 1998.


Microsistema v3.0, con más de 9 megabytes de memoria
En el nuevo microsistema v3.0, desarrolla todo tipo de programas, sus mínimas dimensiones permiten integrarlo a un gran número de productos, teclado y pantalla gráfica, editor y compilador de lenguaje C, guarda datos en su disco duro de estado sólido, traductor del español/didxazá con ¡más de 12200 definiciones!. Equipado con GPS, que indica la velocidad, altura y ubicación de tu vehículo; si tu portatil carece de esto, ya quedó obsoleto.

Una tecnología que demanda muchos conocimientos sofisticados, es el quehacer de las ciencias computacionales, requiere mucho tiempo, trabajo intensivo, constantes innovaciones y un recurso poco común, el más intangible y evasivo de los bienes; el conocimiento. En el dinamismo de un invento inconcluso, a nosotros nos sucedió un evento maravilloso, nuestra labor impulsada por la imaginación y el conocimiento, resultó tener un poder extraordinario, no solo se invierte tiempo en ello, sino que también lo proporciona.

La primera computadora que diseñé en la decada de los 70, la fabriqué con material reciclado y dieciseis memorias de 1024 locaciones por cada bit (una cifra binaria), fue un sistema con solo tres ordenes básicas alojadas en su firmware (neologismo que designa el programa en lenguaje máquina almacenado en memoria para lectura de manera que siempre está a disposición del microprocesador); me pasaba las noches enteras ideando algoritmos de programación, revisando circuitos, bancos de memoria, etc., era estupendo, a pesar del cansancio o el frío de la madrugada, no me pesaban esos días que de repente se transformaron en años, esta primera generación de computadoras era una máquina imperfecta, pero fue lo bastante eficiente para permitir el desarrollo actual de la undécima generación de computadoras, la plataforma más avanzada con multiórdenes, para ahorrar tiempo en cualquier proyecto o diseño de programas.

Ustedes pueden darse cuenta de que si logran hacer en cuatro horas, una tarea en la cual otra persona invertiría ocho horas, han ahorrado cuatro horas a su vida, si ustedes inventan una computadora estratégica que reduce a la mitad el tiempo requerido para fabricar una pieza de material, eso significa que ustedes han economizado la mitad del tiempo que antes se necesitaba invertir en esa pieza.

Con la fuerza del ideal y la vocación nacida desde mi niñez participo en un proyecto particular, cuya meta es construir una computadora capaz de reunir todos los programas de diseño industrial, multimedia y control de instrumentos, contenido en una caja de dimensiones reducidas. Hoy ya es realidad la plataforma básica que maneja; CD-ROM, captura de imagenes, comunicaciones, sonido y un sistema de video de 16 millones de colores, mi autoconfianza, un patrimonio modesto y mi familia han sido la base firme para esta actividad creadora, a pesar de que el avance y el progreso de las computadoras están intimamente relacionados con la prosperidad de los países, nunca hemos solicitado ayuda al gobierno mexicano —ellos saben que necesitamos apoyo— y de este proyecto de 30 años se derivan logros relevantes, incluso equipos digitales, didácticos y biomédicos, todos diseñados con la tecnología más avanzada y adunada con calidad en el diseño, más aún, cuando la vida depende de ello.

Aunque no ensamblamos computadoras para el usuario final, seguimos generando incesantemente ideas y patentes con las máquinas programables y sus programas originales, un microprocesador debidamente programado se convierte en un buen director de una tarjeta maestra o el corazón de un instrumento; para que esto suceda y podamos «diálogar» en el «idioma» del procesador, es necesario invertir tiempo, entre 5 y 10 años para lograr los fines deseados, consistiendo en el aprendizaje y perfeccionamiento del lenguaje del microprocesador, pruebas de arranque con la circuitería digital y la construcción de los instrumentos de prueba del dominio digital o la depuración del software del sistema; el desarrollo final del computador impone otras condiciones de refinamientos al innovar procesos secuenciales o paralelos.

Los investigadores y científicos natos, trabajamos confiados en construir un mundo mejor, y con la fuerza con que se opone el hombre a la injusticia. Es un mito la creencia de que somos personas que solo conocen el tema de su trabajo, ilusos, utopistas o gentes aisladas; pertenecemos a una época de grandes cambios positivos, derivados precisamente de nuestro trabajo científico, y multiplicamos continuamente nuestra fuerza al asociarnos con otros grupos netocráticos.

 

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