Cuando la influenza nos alcance

NFT. 29 de abril del 2009


El virus de la influenza A/H1N1, mide 140 nanometros
El virus de la influenza A/H1N1: en su interior hay 8 segmentos de ácido ribonucleico (ARN), mide 140 nanometros, y 500 de ellos caben en la punta de un alfiler. Las pandemias de este virus surgen con una cadencia casi generacional, las tres últimas ocurrieron en los años 1918, 1957 y 1968, ¿estamos preparados para la siguiente epidemia? o seguiremos en la autocomplacencia hasta que la influenza nos alcance.

En el año 1348 la peste invadió la ciudad de Florencia, esta enfermedad no se manifestó por una hemorragia nasal como había sucedido en Oriente, aquí mutó en tumores en la íngle, cuello o áxilas de las personas infectadas, que primero se ponían gordos como una papa, luego los tumores se extendían por todo el cuerpo y la enfermedad se volvía mortal. Todos los que eran infectados morían al tercer día, los demás huían de los enfermos, se encerraban en sus casas o se refugiaban en el campo, las autoridades fueron disueltas, mientras la población de Florencia solo esperaba su última hora. La peste contagiaba a las personas sanas por medio de las enfermas en forma inmediata.

Entre los años 1346 y 1352, veinte millones de personas perdieron la vida en Europa, en cinco meses murieron en Florencia más de cien mil personas. La peste era causada por una bacteria gram-negativa (yersinia pestis) que se originó en la insalubridad, y era 100% de mutaciones naturales ligadas a la pulga (xenopsylla cheopis), en 1918 llegó la gripe española y después la gripe asiática de 1957, pero ¿qué sucede con una enfermedad ligada a mutaciones transgénicas hechas por el hombre?, la gripe de Hong-Kong de 1968 pudo ser el comienzo de la unión de cepas naturales con las sintéticas, similar a las enfermedades como la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) la de las vacas locas y la de Creutzfeldt-Jakob. Hoy está presente una gripe fuera de temporada, oficialmente llamada A/H1N1, otros de acuerdo a sus intereses le dicen: influenza americana, nueva gripe, swine flu outbreak, mexican flu, influenza mexicana, gripe porcina, nueva influenza, influenza porcina o influenza humana. El virus A/H1N1 tuvo su origen en las aves cuya mutación pasó de los pájaros a los humanos, en la A/H1N1 de 2009 ha cambiado su núcleo ARN (ácido ribonucléico), es una enfermedad curable y contagiosa como la gripe invernal, el virus tiene tres formas diferentes: A, B y C, las formas B y C solo infectan al hombre, en cambio la A produce epidemias, ya que infecta aves, cerdos, caballos, humanos y otros mamíferos. La letra H significa hemaglutininas y se necesitan quinientas de ellas para producir el virus de la gripe, N (neuraminidasas) se necesitan cien de ellas para formar el vitrión o sea el virus, las hemaglutininas tienen la forma de un bastón triangulado, en cambio las neuramidasas se parecen a un hongo de cuatro lados y se localizan en la superficie del núcleo del virus, mutan con bastante frecuencia, la H ha sufrido 15 mutaciones conocidas desde H1, la N ha sufrido 9 mutaciones desde N1. Evidentemente se origina de las aves y los cerdos que se alimentan con harinas animales en granjas industriales de compañías transnacionales, de esas que obstruyen con amenazas cualquier investigación razonable.

Se han encontrado evidencias de que el origen de estas enfermedades se encuentra en la ingestión de harinas animales contaminadas, que no son más que esqueletos y despojos de animales triturados, tratados y finalmente convertidos en harina, incluso en algunos casos de animales enfermos. ¡Cuidado!, hacer comer harina de animales a los herbívoros es convertirlos en carnívoros, la biología inmunitaria de los herbívoros es más rudimentaria que la de los carnívoros, y son menos capaces de resistir algunas enfermedades, esto provocó en Inglaterra la enfermedad de las vacas locas, debido a despojos de ovejas enfermas en las harinas. Con demasiado retraso, Gran Bretaña prohibió en 1988 las harinas de animales para sus rumiantes, ahora las exporta; en cambio, México consume harinas de animales para sus rumiantes, cerdos, pollos, salmón, etc. Y esto puede acelerar la evolución de la A/H1N1 en otra mutación más contagiosa y mortal, como el virus Nipah —la mayoría de las víctimas eran cuidadores de cerdos—, que produce una nueva forma de encefalitis; las harinas de animales están permitidas por el gobierno mexicano a través de la SAGARPA (secretaría de agricultura, ganadería, desarrollo rural, pesca y alimentación) en la NOM-060-200-1999, la misma institución promotora del maíz transgénico transnacional, ¿cómo permiten regular lo que ignoran, y más cuando la ciencia aún estudia la esencia de sus determinismos?

Esperamos que los médicos no se confundan con la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob y la enfermedad de Alzheimer, que puede transmitirse al ser humano para destruir su cerebro en pocos meses, y pedimos que como personas con ética no rechacen a los pacientes, que muchas veces ya recorrieron varios nosocomios donde fueron maltratados.

Se ha roto definitivamente la «barrera de especies» que impedía la transmisión de enfermedades entre animales y humanos. ¿Crees que las galletas que das a tu perro no tienen que ver con tu salud?, ¿Crees que la mutación de enfermedades o la debilidad de tu cuerpo no tiene que ver con las radiaciones electromagnéticas? ¿O las hormonas y antibióticos que le suministran a tu alimento no te quitarán defensas biológicas?. ¿Las tortillas hechas con el maíz transgénico que comemos, nos vuelven más vulnerables ante el subtipo A/H1N1?.

Son escasos los científicos de México que puedan manejar la bioinformática y los protocolos PCR (Polimerase Chain Reaction) para analizar, detectar y derrotar la biología molecular de los virus lesivos, y aún así, los gobernantes hacen una convocatoria urgente a la comunidad científica, en su ignorancia prejuzgan que los científicos son personal utilitario para el fin que ordenen, incluso hallar una vacuna para la epidemia llevaría 6 meses como mínimo o años si no hay científicos y laboratorios equipados, requiriendo un capital cuantioso que México no tiene, demasiado tiempo para una epidemia contagiosa, en su momento por la irresponsabilidad del gobierno, no apoyaron a los científicos porque no distinguen lo mejor de lo peor, y les da pánico que sea rebasada su autoridad, repiten que faltan recursos humanos y que hay que contratar a firmas del exterior, solo para cumplir el consenso de Washington y las condiciones del comercio neoliberal, sabían de la epidemia desde el 2 de abril del 2009 a través de la OMS (Organización Mundial de la Salud), ya entre la espada y la pared, el gobierno solo admitió la epidemia ante la opinión pública hasta el 23 de abril, atrás quedó la propaganda de que sus centros de investigación son autosuficientes para la prevención de las enfermedades y que «con la ciencia y la tecnología ponemos a México al día y a la vanguardia», tuvieron que enviar cepas de virus para ser examinada fuera de México, que vergüenza, y todavía omiten nombres y dan cifras ambiguas para una estadística no fidedigna, y aunque uno de ellos —ya infectado— saludó a Barack Obama, para evitar la diseminación del virus, no sacrificaron a los cerdos —cómo sucedió en Malasia y Egipto— ni cerraron como primer paso las agroindustrias donde se surte la población y los restaurantes de comidas rápidas, ni apagaron las potentes transmisoras de radio y TV que ionizan el valle de México, que dejan suspendidos en el aire los virus, tampoco prohibieron la fabricación o importación de harinas animales.

En un acto de terrorismo mediático se ponderó repetitivamente esta «epidemia» que generó miedo y angustia en la población, sin otra fuente de información independiente, como si no existieran reporteros que investigaran a fondo la noticia, la radio y televisión en una caída libre perdieron la poca credibilidad que les quedaba, omitieron la realidad interdependiente, en lugar de eso, en el interludio ordenaron cerrar los restaurantes de una de las ciudades más pobladas del mundo, el poder legislativo casi legalizó la venta de drogas, y los diputados aceptaron el decreto presidencial sobre allanamientos de morada, sin orden de cateo, si hay distracción para legalizar lo indeseable, esta es una de ellas. Epidemia es el brote de meningitis en Nigeria que en los dos últimos meses ha matado más de 2000 personas, ¡ah¡ ¡pero eso queda en Africa!, el mismo lugar donde se libra la guerra olvidada del Congo por el tántalo (coltán), el material que usan todos los equipos electrónicos como computadoras y celulares. Los sicarios matan más mexicanos que el virus A/H1N1, sin embargo, las noticias manipuladas infligieron más daño social y psicológico que las tragedias de estos asesinos.

Sin duda la crisis social, económica y política ha permitido el miedo y la dependencia científica, muchos mexicanos han quedado traumatizados, pagando muy caro su salud mental porque se sienten desprotegidos, una sociedad concientizada apoyaría rápidamente a sus científicos —no lo hará un gobierno que tanto daño ha hecho a México— para identificar los nuevos virus que surgen cada año, después será inútil, solo habrá arrepentidos encerrados en sus casas —que pueden ser su tumba colectiva—, mientras se escriben fregonerías de los sobrevivientes, como Juan Bocaccio en la época de la peste, o cantar colectivamente que la vida no vale nada, ¡claro!, no vale para quien no la merece.

 

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